LA GRÁFICA DE LA SEMANA: SALUD PARA TODAS Y TODOS
La ley Nº 18.211 de enero de 2008 creó el Sistema Nacional Integrado de Salud con el objetivo de proporcionar el derecho inalienable a la salud de los habitantes del país, financiado con los aportes obligatorios personales y patronales, de los pasivos y del estado si correspondiera, contribuídos al Fondo Nacional de Salud (FONASA) creado por ley 18.131 de mayo de 2007.
En la búsqueda del seguro de salud universal, durante el período 2008-2016 se afiliaron al FONASA más de 1 millones de personas, alcanzando una cobertura superior a los dos millones y medio. La Administración de Servicios de Salud de Estado (ASSE) muestra el mayor crecimiento, totalizando ya casi 500 mil afiliados, en un proceso en el cual se fue ganando la confianza del pueblo uruguayo. Luego le siguen Médica Uruguaya con 297.335, CASMU con 179.205, A. Española con 166.420.
Esa incorporación de los y las uruguayas al seguro de salud tuvo dos beneficiarios principales por el carácter masivo de su integración: los menores de edad que comenzaron con un alto número de integrantes, 435.664, y hoy superan los 600 mil. Y los pasivos, con una acelerada y gradual integración a partir del año 2012 (hoy suman 574 mil). El colectivo importante que aún resta por incorporarse al sistema son los funcionarios de los Gobiernos Departamentales.
El aporte de trabajadores y pasivos al FONASA es de 3%, 4,5% o 6%, en función de sus ingresos y de su composición familiar. Ese aporte debería financiar la Cuota Salud que se abona a la institución a la cual están afiliados, pero ello no siempre es así. Si los ingresos son reducidos y ese porcentaje no cubre la cuota, el FONASA subsidia la diferencia.
En cambio si el porcentaje sobre los ingresos personales supera en más de un 25% la cuota que le corresponde pagar, se devuelve la diferencia acumulada anualmente. De esta manera hay muchas personas cuyo aporte efectivo es muy inferior al del resto.
Esas dos situaciones, subsidios por un lado y devoluciones por otro, han determinado que la asistencia financiera por parte del Gobierno Central (Rentas generales) durante el año 2016 fuera de 383 millones de dólares, mientras las devoluciones alcanzaron la suma de 117 millones de dólares (Fuente: FONASA. Informe de Ingresos y Egresos 2016), situación que no parece de lógica, sabiendo que es a los más ricos a quien se le efectúa esa devolución.